Ladrillo visto, una tendencia al alza en espacios interiores.
Si te apasiona la arquitectura, la decoración y el interiorismo, seguro que eres consciente del gran auge que ha experimentado la técnica de los “materiales vistos”, especialmente cuando se trata del ladrillo.
El llamado ladrillo visto o ladrillo caravista consiste en dejar este material de obra visible, como si fuera un acabado final o un material de revestimiento en sí mismo para paredes tanto exteriores, pero ahora también interiores.
En los proyectos que realizamos en gHouse, uno de los estudios de arquitectura en Mallorca más consolidados, somos conscientes de la gran demanda que está teniendo esta técnica que ofrece muchas ventajas y confiere una estética muy concreta a las viviendas que apuestan por ella. Te contamos más a continuación.
¿En qué consiste la técnica de los “materiales vistos”?
Pues básicamente, podríamos decir que esta técnica consiste en dejar a la vista materiales que se han utilizado en la construcción como el ladrillo, el yeso, el cemento… sin cubrirlos con algún tipo de revestimiento que los oculte a la vista.
Sin duda, cuando pensamos en esta técnica, el ladrillo caravista o ladrillo visto es la primera opción que nos viene a la cabeza por ser la más popular, tanto para espacios exteriores como ahora también en interiores.
Pero no es el único caso: también están las baldas que se crean con pladur y que lucen tal y como son, sin pinturas ni barnices que las ornamenten; las vigas de madera con apliques metálicos de sujeción que ya no se ocultan si no que se realzan como elementos decorativos; los yesos que quedan a la vista sin ser tratados con pintura…
¿Qué beneficios aporta el ladrillo visto a los hogares?
Pues recurrir a esta técnica en una estancia de tu vivienda aporta numerosos beneficios, tanto desde el punto de vista funcional como decorativo. Como decíamos, esta opción es muy habitual desde hace un tiempo a esta parte y cada vez es más frecuente encontrar salones, cuartos de baño y cocinas con sus paredes, o alguna de ellas, revestidas directamente con ladrillo a la vista.
Entre los principales beneficios de optar por esta técnica de ladrillo vista destacan:
1.- Aporta un toque estético más urbano, industrial y underground a una estancia.
Pero además, es capaz de hacerlo consiguiendo que ese aporte se integre perfectamente en cualquier tipo de decoración, sea minimalista o rústica, moderna o clásica.
2.- Abarata el coste total de una reforma al evitar la realización de fases posteriores como el alisado de la pared y su mano de pintura o colocación de papel pintado.
Aunque en este sentido, también tenemos que decir que, en algunos casos, los tratamientos aplicados posteriormente para conseguir un efecto concreto (por ejemplo, ladrillos pintados en un color específico) puede elevar el precio final.
3.- Acelera los plazos de la obra al no ser necesarias fases posteriores como las citadas en el anterior punto.
Si no es necesario aplicar una capa de cemento, esperar a que seque, preparar la base de la pared y pintarla posteriormente, la finalización de la obra llega antes.
4.- Transmite un toque original y diferente que, en muchos casos, puede ser un contrapunto con la decoración general de una vivienda para hacerla más personal.
Sin duda, es una opción que confiere un valor estético muy concreto, ya que lo que sería una pared “normal” pasa a ser una pared con un gran peso decorativo cuando tiene el ladrillo a la vista. De ahí que sea una opción bonita pero siempre que esté bien empleada.
Es importante tener claro que, cuando se opta por esta técnica, tanto la maestría de los profesionales que la realicen como la calidad de los materiales de construcción elegidos deben ser máximas para conseguir un resultado realmente de calidad.
Por eso, si estás valorando reformar tu casa y dejar ladrillo a la vista en el salón, la cocina o el cuarto de baño, te recomendamos venir antes a vernos para que te asesoremos y nos encarguemos de todo el proyecto. Confía en gHouse y verás como el resultado final cumple tus expectativas con creces.
